El Salvador - ¿Un estado fallido?

UN ESTADO HA FALLIDO cuando es incapaz de mantener sus atributos básicos: proteger a la ciudadanía de amenazas internas (los unos de los otros) y de amenazas externas (las naciones o tribus vecinas). El estado cumple estos objetivos por medio del monopolio de la violencia.

Esta definición puede parecer extraña, pero es elemental: nuestros antepasados cavernícolas crearon un jefe ("gobierno") para evitar la anarquía que ocurre cuando no hay reglas y simplemente el más fuerte se aprovecha de los demás. Ahora bien, el jefe o gobierno requiere monopolizar la violencia, porque de lo contrario, tendría que hacer batalla cada vez que quiere ajusticiar a un ciudadano o coordinar a los civiles a defender la nación.

Veamos ahora las declaraciones de Miguel Cruz: "las «maras» tienen ahora un absoluto control de territorios, donde deciden y mandan, lo que el gobierno no reconoce. «En estos territorios las maras cobran impuestos a los transportistas, tiendas, negocios y a los que por allí transiten; quienes desobedecen pagan con sus vidas... Aquí no manda el Estado ni sus instituciones. Lo que existe es ya una economía criminal y un gobierno paralelo"

Dicen que "el que mucho abarca, poco aprieta." El Estado salvadoreño se ha inmiscuido en miles de actividades que no le competen, desde organizar conciertos (Concultura) hasta promover el turismo (Ministerio de Turismo). Éso ha distraído al Estado, que no cumple con su misión básica de mantener la ley y el orden.

Tristemente, el Estado ha fallido en El Salvador.