Con juzgados decentes, no habría envenenamientos por plomo

SI EN EL SALVADOR hubiese un eficiente sistema judicial y los derechos a la propiedad estuviesen considerados en alta estima, no podría haber pasado lo de la Record.

Si la Record supiese que ante una demanda de un vecino por envenenamiento, los juzgados en un plazo no mayor a 30 días llegarían a un veredicto de culpabilidad o inocencia, y que en caso de culpabilidad habría que pagar los costos de salud de los agraviados, así como sus costos de lucro cesante (imposibilidad de la madre de tener una carrera por 40 años, por ejemplo, porque tiene que cuidar una criatura enferma)... entonces la Record no podría darse el lujo de no tener la más alta tecnología en filtrado y aislamiento de substancias nocivas.

Pero la Record sabe perfectamente que en El Salvador no hay justicia. Los juzgados demoran típicamente 10 años en procesar sencillas disputas comerciales entre ciudadanos.

La Record actúa como vos o algún pariente tuyo, que alguna vez manejó con un par de traguitos: sabías que el riesgo de tener que pagarle a un atropellado por todos los ingresos que dejaría de percibir el resto de su vida, en El Salvador, es menos que microscópico. Es inexistente. Y es porque aquí los juzgados no sirven.