Tesón salvadoreño
Era una mujer acostumbrada a su esposo y en sus primeros 27 días de haber dado a luz a su último hijo no pensaba abandonar su vivienda. Pero la vida la obligó a tomar esta decisión luego de que su cónyuge los abandonara por “una aventura”.
Con altos y bajos, logró en los primeros dos años de trabajo juntar 65 mil colones para comprar un terreno y hacer su casa en Zacatecoluca.
“La gente a veces no me cree que de vender sólo minutas he logrado sacar adelante a mis hijos”, contó la emprendedora mamá.
Yolanda encontró su modo de sobrevivir en la venta de minutas, pero todo lo hizo por el amor a sus hijos. Es una madre admirada por sus clientes, quienes optan también por saborear un mango “twist” que forma parte de su venta.
Esta mujer, con 26 de sus 54 años dedicados a la venta de minutas en las afueras de un colegio privado en San Salvador, ha logrado con este esfuerzo ver que sus hijos culminen sus estudios superiores.–––Liset Orellana, Minutas que valen oro, Diario El Mundo, 10 mayo 2007
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