05 marzo 2007

Cuando las armas son declaradas ilícitas...

la Ley de Control y Regulación de Armas, Municiones, Explosivos y Artículos Similares [...] prohibe la venta de armas en sitios no autorizados o supervisados por la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil (PNC)
"En un día normal de intercambio de reses en Ilobasco, un periodista de El Diario de Hoy logró convencer a un sujeto para que le vendiera munición.
"Disculpe, puedo conseguir unas balas (tiros) por acá?", pregunta al coyote. "¡Umm..! Sí, yo le puedo conseguir. Para qué tipo de arma las quiere?


La Ley de Control de Armas data de 1993. Resultado: las ventas de armas de San Salvador son controladas y fiscalizadas por el gobierno, que usa tus impuestos para dichos fines en vez de gastarlos en educación, hospitales, cárceles, radiopatrullas, ambulancias, etc.

Mientras tanto, cualquier criminal puede comprar armamento en un mercado de Ilobasco, y para siempre podrá hacerlo, porque, por ejemplo, Canadá se gastó $1,785,000,000 dólares gringos tratando de tapar el sol con un dedo... y siempre los criminales consiguen armas en el bajo mundo canadien.

¿No sería mejor revocar la ley del '93, y dedicar los ahorros a comprarle un par de ambulancias al hospital de Zacamil?

¿Qué ganamos con tener leyes mitológicas que son como la cartita a Santa Claus?

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