05 marzo 2006

La vida en un juzgado

Un bitacorero salvadoreño trabaja en los juzgados, y nos cuénta sobre la falta de recursos en ése lugar, que debería ser sagrado, porque la Justicia es la más elemental función del Estado: proteger al débil, impidiendo que el fuerte se aproveche.

La realidad de una corte salvadoreña: 2 computadoras para 8 funcionarios.

Mientras tanto, en vez de focalizarse en ésta, que es la razón básica de ser del Estado, nuestros presidentes arman ministerios nuevos, que son lujos de países ricos:
- Ministerio de Turismo
- Ministerio del Medio Ambiente
- CONCULTURA
- Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer

El que mucho abarca, poco aprieta. El Estado no cumple con comprarle 6 PCs a la justicia porque tiene que pagarle el chofer al nuevo ministro. El Estado no aprieta donde debería: seguridad y justicia para los salvadoreños, porque nuestros gobernantes andan distraídos en ferias de turismo y en congresos internacionales sobre danza moderna.

¿Qué tal que clausuremos los lujitos hasta que hagamos lo básico, que es darle el amparo de una Justicia veloz a todos los salvadoreños?

Necesitamos gobernantes que se comprometan a reducir el tamaño del Gobierno y a dedicarle los ahorros a la Justicia, a las cárceles, a la policía, y a la educación escolar.

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